Una de las mayores dificultades a la que se enfrentan las familias que acaban de tener un bebé es la falta de sueño de sus cuidadores. El sueño del bebé es un tema complejo y funciona de manera muy distinta al de los adultos.
A menudo familiares y amigos os ofrecen todo tipo de consejos, que si bien se dan con buena intención, están basados en ideas equivocadas. ¡Y es que hay muchos factores que afectan al sueño de tu bebé! Es por eso que hoy, junto con la Pediatra Diana Álvarez y Bebé a Bordo, el baby coach de Bezoya, queremos aclararos varios de los mitos más extendidos sobre el sueño infantil.
Los 7 mitos del sueño infantil más famosos
Tu bebé debería dormir toda la noche del tirón
Existe la falsa creencia de que los bebés deben dormir toda la noche sin despertarse. Sin embargo, esto no es cierto. Es completamente normal que los bebés tengan despertares nocturnos, especialmente durante los primeros meses de vida. El ciclo de sueño de los bebés es más corto que el de los adultos, y suelen necesitar la ayuda de los padres para volver a dormirse.
Los despertares pueden continuar hasta los 2-3 años, o incluso más adelante, ya que cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo. Eso sí, estamos hablando de 1 o 2 despertares a partir del año, que se puedan resolver con relativa facilidad. Si un niño de esta edad se despierta prácticamente cada hora y cuesta mucho volverlo a dormir, es recomendable buscar ayuda.
El bebé tiene que aprender a dormirse solo
Se dice a menudo que los bebés deben aprender a dormirse solos para desarrollar su independencia. Pero el bebé es por definición un ser dependiente, que tiene una necesidad biológica de contacto especialmente durante el sueño. Esto es parte de un mecanismo evolutivo que asegura que sus progenitores estén cerca para protegerlos de posibles peligros. Proporcionar contacto y seguridad cuando los necesita es fundamental para su bienestar emocional y para que tenga un buen descanso.
Déjalo llorar para que aprenda a dormir
Aunque esté todavía muy extendido, el método de dejar llorar al bebé para que aprenda a dormir por sí mismo es muy controvertido. Aunque algunos creen que esto fomenta la independencia, estudios han demostrado que puede tener efectos negativos en el apego y la confianza del bebé.
Además, se ha observado que aunque el bebé deje de llorar para reclamar a sus cuidadores, sus niveles de cortisol (la hormona del estrés) permanecen altos. Es decir, con este método no aprende a dormirse solo, sino que aprende a no pedir ayuda a sus padres porque sabe que no van a acudir. Responder a sus necesidades durante la noche fortalece el vínculo y les enseña que siempre estarán atendidos.
El sueño de tu bebé irá mejorando día a día a medida que crezca
Es una creencia común que el sueño de un bebé mejora progresivamente con el tiempo. Si bien es cierto que, a largo plazo, los patrones de sueño se estabilizan, existen periodos de regresión del sueño. Estas regresiones coinciden con etapas de gran actividad cerebral y desarrollo, como cuando aprenden a gatear o caminar.
La regresión del sueño más llamativa sucede en torno a los 4 meses de edad, momento en el que hay un cambio muy importante en el patrón neurológico del sueño que suele traducirse en mayor número de despertares y mayor dificultad para conciliar el sueño. Entender estos momentos puede ayudar a los padres a tener expectativas realistas y estrategias para manejarlos.
Si no duerme durante el día, dormirá mejor durante la noche
Muchas personas creen que si un bebé se salta las siestas, dormirá mejor por la noche porque estará más cansado. En realidad, ocurre justamente lo contrario. La falta de sueño durante el día hace que los niveles de cortisol aumenten para mantener la vigilia, dificultando que el bebé se duerma y mantenga el sueño por la noche.
¡Recuerda! Las siestas son esenciales para conseguir un ritmo saludable de sueño, ¡así que es importantísimo no saltárselas!
El bebé debe adaptarse a las rutinas de los padres
Todos conocemos a algún bebé todoterreno cuyos padres pueden salir a restaurantes con él y mantener unas rutinas parecidas a cuando no había nacido. Pero debo deciros que esos casos son la excepción y no la regla.
La mayoría de bebés necesitan rutinas de sueño regulares para evitar el sobrecansancio, que puede llevar a un aumento de cortisol, complicando el sueño nocturno. Lo habitual es que los bebés tengan un patrón de sueño en el que necesitan despertarse y acostarse temprano. Adaptar las actividades diarias a las necesidades del bebé y a sus señales de sueño es fundamental para asegurar su buen descanso.
Si le das un biberón con cereales, dormirá mejor
Y por último, uno de los consejos que más se repiten por parte de amigos, familiares e incluso algunos sanitarios. Si todos los problemas de sueño de los bebés se solucionaran con un simple biberón de cereales, no habría tantas familias sufriendo los efectos de la falta de sueño.
Ofrecer cereales en el biberón aumenta, por un lado, el riesgo de caries, ya que los restos de comida quedarán toda la noche en contacto con los dientes y encías, y por otro el de obesidad, porque se ingieren muchas calorías rápidamente sin dar tiempo a que se activen los mecanismos de saciedad.
Como habéis podido ver, muchos de los mitos sobre el sueño infantil tienen que ver con las expectativas que tenemos sobre las rutinas y el descanso de nuestors bebés. Conocer cómo funciona realmente y adaptar los horarios del bebé para que descanse tanto de día como de noche os ayudará a mejorar el sueño de toda la familia desde un enfoque realista.
Si quieres saber más sobre el sueño del bebé puedes consultar nuestros consejos para que tu bebé duerma mejor y no despierte por las noches o seguir a Bebé a Bordo en sus redes sociales, como Instagram o TikTok.