Antes de tener un hijo, uno no se imagina que el tema caquitas sería tan importante. Sin embargo, con un bebé a tu cuidado te das cuenta de su importancia porque sabes que indican si el funcionamiento del cuerpo de tu hijo es el adecuado, a parte del tiempo que dedicas a cambiar pañales, escoger qué tipo y aprender cómo.
Lo primero que indican las caquitas en las primeras semanas de vida es que el bebé está comiendo. Si el niño es de lactancia materna exclusiva, hay unas pautas en la frecuencia de las deposiciones:
CAQUITAS DE LACTANCIA MATERNA EXCLUSIVA. Se consideran de lactancia materna exclusiva a los bebés que solo toman leche materna; ni agua, ni infusiones, ni suplementos de ningún tipo… Si el pequeño llega a ingerir algo diferente a leche materna, estas pautas pueden variar por lo que no se pueden dar una serie de nociones generales al respecto, consulta a tu pediatra siempre que tengas dudas.
- El recién nacido de 1 día de vida hace una caca denominada meconio de color negro, pastoso y muy pegajoso. A menudo se le compara con el petróleo por su consistencia y por el parecido en el color.
- A los 2-3 días de vida hace de 2 a 3 caquitas en 24h, con aspecto gris-verdoso y cada vez se van volviendo de un color más claro, de textura como el puré.
- A los 4-5 días de vida hace de 4-5 veces al día, sigue pareciendo un puré y ya el color empieza a ser mostaza, marrón o verde.
- De los 6-30 días de vida la frecuencia de las cacas es de 1 por toma, su textura puede ser como el puré o más liquida, el color puede variar entre mostaza, marrón o verde. Si hay grumitos blancos son restos de grasa de la leche y es buena señal.
- Después del primer mes y hasta la introducción de los alimentos, que es a partir de los 6 meses de vida, la frecuencia puede variar mucho, desde una caquita por toma hasta 20 días sin hacer caca. En este caso no es signo de estreñimiento, significa que el bebé está aprovechando toda la leche materna y no le crea residuos en forma de deposiciones. El aspecto sigue siendo puré más o menos espeso y color mostaza, marrón o verde.
Consulta con el pediatra si las cacas de tu bebé no se ajustan más o menos a la frecuencia, consistencia o color indicados arriba, y siempre que tengas dudas. Puedes llevar a la consulta una muestra con el pañal.
Es muy normal que el bebé haga gestos con el cuerpo como apretar puños o piernas, como si hiciese esfuerzo para defecar. Son movimientos instintivos que acompañan a los movimientos intestinales, incluso si no evacua nada, estos gestos no son signos de estreñimiento. A medida que pasan los días vas conociendo más a tu bebé y ésta es otra de sus características. Cada persona es diferente, siempre dentro de un patrón normal.
Como anécdota sobre este tema, en muchos países no usan pañal. Hay niños que no pasan por esta etapa porque en occidente, el uso del pañal, se ha convertido en un método de control temprano de esfínteres. Pero hay otras formas de criar a tus hijos a partir de la observación del cuidador principal del bebé, normalmente la mamá, quién aprende a descifrar las señales del bebé cuando quiere hacer pipí o caca y lo lleva o bien al W.C. o a un orinal cada vez que la criatura lo necesita. Esto supone que el cuidador principal debe estar las 24h del día observándolo, hasta que el bebé tenga la madurez suficiente para ir solo/a al lugar en el que evacuar.
Realmente, el mejor lugar del mundo para los inicios de la vida de un bebé es con mamá. Tener su alimento cerca, el amor y el cuidado constante es lo mejor para el bebé y es también bueno para la mujer que ha gestado y parido a su hijo, teniéndolo cerca para poder conocerlo y cuidarlo, alimentarlo y amarlo como necesita.
Paula Rodriguez