El ábaco es un recurso didáctico que se utiliza en la metodología Montessori. En esta pedagogía tienen como premisa que sin movimiento no hay aprendizaje. El ofrecer a los niños materiales que puedan manipular es darles la oportunidad de integrar aprendizajes por su acción e interacción con el objeto.
El ábaco es una herramienta para trabajar desde bien pequeños el conteo y el área lógico matemático. Aprender los números manipulando unidades es la clave.
Un ábaco es un material que se puede elaborar en casa fácilmente. Los tapones de las botellas pueden ser el material estrella y además fomentamos el reciclaje en los más pequeños.
Permitir que los niños manipulen el ábaco les ayuda a trabajar la motricidad fina y a integrar aprendizajes sobre la complejidad numérica, conteo y operaciones básicas.
¿Qué necesitas?
- 50 tapones de botellas
- Cinta adhesiva de 5 colores distintos
- Tijeras y pegamento (pistola de silicona si puede ser)
- Punzón
- Cuerda
- Caja de cartón
¡A por ello!
Antes de manipular los ingredientes nos lavamos bien las manos y si los materiales son nuevos procurad desinfectarlos antes de trabajar con ellos.
- Se forran con cinta adhesiva 10 tapones de cada color. Este paso lo pueden hacer los niños e incluso pintarlos. En total son 5 colores. Se pueden pintar también aunque se acaba quitando el color por la manipulación.
- Se hace un agujero en el centro de cada tapa de plástico.
- Se atraviesan los 10 tapones de cada color por una cuerda. Los peques pueden entretenerse un rato haciendo este “collar” de tapones 😉
- Se construyen dos rectángulos con las cajas en una base de cartón.
- Marcar con puntitos a la misma distancia las cinco verticales que corresponderán a:
- Unidades
- Decenas
- Centenas
- Unidades de millar
- Decenas de millar.
- Hacer pequeños agujeros para pasar la cuerda de forma equidistante y de un lado al otro.
- Cerrar con buenos nudos.
- Para reforzar y que no se abran los agujeros se puede colocar cinta adhesiva.
Los niños en infantil dan grandes pasos en lo que a la lógica se refiere. Trabajar con objetos que permitan la agrupación, separación o comparación ayuda en la comprensión de los primeros conceptos lógico matemáticos. Así se pueden ir aproximando a sistemas de cuantificación más complejos como los números.
El ábaco es un material que se adapta al momento madurativo del niño. Hacia los 3 años, permitirles explorar los objetos y dejar que ellos, de forma intuitiva, vayan comprendiendo propiedades. Así, el ábaco puede ir ayudando en la asimilación de las unidades. A partir de los 4- 5 años comienzan a desarrollar competencias neurológicas que les permiten manejar conceptos más complejos como el conteo básico en sumas y restas. Y el ábaco es una excelente herramienta para trabajarlo.
Y listo 😉 Ya tenéis un ábaco en casa para trabajar la motricidad fina y las matemáticas 😉
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