Teniendo en cuenta el post “¿Cómo puedo coger y transportar a mi bebé para ayudarle a su desarrollo psicomotor? Parte 1” publicado en nuestro blog (https://www.bezoya.es/bebe-a-bordo/como-puedo-coger-y-transportar-a-mi-bebe-para-ayudarle-a-su-desarrollo-psicomotor), vamos a daros una serie de recomendaciones para coger y transportar a vuestros bebés, ayudándoles en su desarrollo psicomotor.
¿Cómo puedes pasar a tu bebé de la posición tumbada a sentada y viceversa?
Sabemos que desde el nacimiento al sexto mes, el sentido de su organización psico-corporal es el del “enrollamiento”: sus brazos y piernas tienen la capacidad de estar “reunidos” en su línea media. Es esto lo que debemos privilegiar para que el bebé “viva” plenamente esta etapa y aprenda todo lo que necesita en ella, como es la noción de línea media, el descubrimiento de sus manos y sus pies, el descubrimiento de sí mismo, y la conformación de la curva fisiológica dorsal de su columna vertebral.
Para pasar al bebé de la posición tumbado a sentado alojaremos nuestro pulgar (mirando al techo) en la palma de su mano. El bebé nos agarrará. De esta forma, se activarán los músculos de la región anterior del trono y los brazos, que le flexionan y enrollan. Si el bebé tiende a dejar atrás los brazos, debemos juntar sus dos manos antes de levantarlo. Con la otra mano sostendremos su cabeza y cogeremos al bebé enrollado (1).
Cuando el niño ya mantenga la cabeza erguida, lo cogeremos únicamente alojando nuestros pulgares en sus dos manos para permitir el encadenamiento de los músculos entre manos, cabeza, tórax y pelvis (1).
Y ahora, basándonos en su desarrollo, ¿cuál es la mejor forma de llevarlo en brazos?
Desde el nacimiento al sexto mes, lo importante es respetar su posición enrollada y orientarlo hacia distintas direcciones para que él conozca mejor las posibilidades de su cuerpo y de su entorno. Por este motivo, conviene no cogerlo siempre del mismo modo.
En general, las diferentes formas de coger al niño deben cumplir una serie de máximas (2):
– Que sea una posición fácil y eficaz.
– -Que el niño quede firmemente sujeto, pudiendo apoyar su espalda o pecho en nosotros.
– Que la pelvis esté bien sujeta.
– Que respete el enrollamiento (del nacimiento al sexto mes).
Así, podemos recomendar las siguientes posibilidades para llevar al niño correctamente en función de su desarrollo (2):
De 0 a 6 meses: Llevar al bebé en brazos, lateralmente.
En estos momentos lo importante es respetar la posición enrollada y reunir sus manos y pies en su línea media. De esta forma, el niño queda acurrucado en nuestros brazos. Su cabeza puede apoyarse en nuestro hombro. Con nuestros antebrazos mantendremos sus brazos hacia adelante y con nuestras manos sus plantas de los pies juntas.
Siguiendo estos principios, cuando coloquemos al niño en nuestro regazo, podemos sujetarlo también de esta forma.
En esta posición, el bebé se siente protegido y al mismo tiempo puede mirarse los pies y las manos y jugar con ellos. Las piernas se encuentran en flexión de cadera y rodillas, necesarias para esta edad. Llevar al niño de esta forma está en relación con su necesidad de ser acariciado y fomenta la movilidad de sus caderas, así como el movimiento hacia delante de cabeza y brazos (2).
Recuerda llevarlo tanto al lado derecho como izquierdo, para evitar la unilateralidad.
A partir del sexto mes: Llevar al bebé delante del cuerpo.
Entre el 6º y el 7º mes, por lo general, tu bebé habrá descubierto los pies estando boca arriba. Mantendrá los pies en el aire, jugará con ellos y se los llevara a la boca. Justamente será lo que queramos imitar en este momento evolutivo llevándolo así en brazos delante de nuestro cuerpo, con su espalda apoyada en nuestro vientre.
Desde el séptimo mes: Llevar al bebé delante del vientre.
Con siete meses, los niños comienzan a reptar. Este movimiento consiste en que el bebé se mueve arrastrándose por el suelo boca abajo. Para avanzar, estira un costado del cuerpo mientras que el otro se flexiona al mismo tiempo. Del lado del costado flexionado, el codo o mano y rodilla, se aproximan.
Así es que, si lo llevas delante del vientre, le permitirás experimentar este patrón de movimiento natural de una forma diferente.
Desde el décimo mes: Llevar al bebé sobre nuestra pelvis.
Alrededor de los 10 meses, el bebé ya puede sentarse por sí mismo, por lo que podemos llevarlo sentado lateralmente en nuestra pelvis. Además, esta forma de portarlo constituye un buen ejercicio para su columna.
Fuentes:
(1) Maric Madeleine Bézieres, Yva Hunsinger. Aprendo con mi bebé…los gestos de la relación y del bienestar. Editores Independientes. Alicante.
(2) Barbara Zukunft-Huber. Gimnasia para bebés. 3ª Edición. Editorial Paidotribo Barcelona.