Llega septiembre, y con él la vuelta al trabajo. Para muchos niños y niñas eso implica empezar a acudir y prepararse para la adaptación a la escuela infantil, y este cambio puede hacerse muy duro tanto para ellos como para sus padres. Por eso, hoy te traigo siete consejos que te ayudarán a transitar este proceso de la forma más llevadera posible.
7 Consejos para el Inicio de la Escuela Infantil
Anticípate a los cambios de tu hijo con la escuela infantil
Una de las mejores maneras de facilitar la adaptación a la escuela infantil es anticiparte a los cambios que se avecinan. Esto significa comenzar a ajustar las rutinas diarias de tu hijo o hija unos días o incluso semanas antes de que inicie el curso. Si ya sabes cuál será su horario escolar, intenta que el horario de sueño, comidas y tiempo de juego de tu pequeño se asemeje al que seguirá en la escuela. Por ejemplo, si deberá levantarse más temprano de lo habitual, empieza a despertarlo gradualmente más temprano cada día, para que la transición no sea brusca.
Además, es fundamental que tu hijo o hija se familiarice con el entorno de la escuela antes de su primer día. Si es posible, lleva a tu hijo a visitar el edificio, a conocer a las educadoras y, si tienes la oportunidad, a alguno de los compañeros. Esto ayudará a reducir el temor a lo desconocido y le dará una idea de lo que puede esperar. También es importante explicarle de manera clara y sencilla cómo será su rutina diaria: desde el momento en que lo dejas en la escuela hasta cuando lo recojas. De esta forma, podrá anticipar lo que sucederá y sentirse más seguro.
Si tu hijo no está acostumbrado a estar con otros niños, es una buena idea que empiece a socializar antes de que comience la escuela. Llévalo al parque, organízale juegos con primos o vecinos, o planea encuentros con hijos de amigos. Esto le ayudará a desarrollar habilidades sociales y a sentirse más cómodo en un entorno grupal.
Realiza un período de adaptación antes de empezar la escuela
El período de adaptación es un momento crucial para que el niño se familiarice con su nueva realidad. Idealmente, este proceso debería ser gradual, comenzando con tiempos cortos en el aula acompañados por un adulto todo el tiempo. Esto permite al niño conocer el espacio, a las educadoras y a los demás niños sin sentir la presión de una separación inmediata. Mientras estés en el aula con él o ella, intenta mantener un rol más bien pasivo. Es decir, no inicies juegos ni busques interacción constantemente con tu hija o hijo; permítele explorar el entorno y déjale tomar la iniciativa, estando ahí como su base segura a la que acudir cuando se sienta sobrepasado. Conforme se sienta más seguro, se puede ir incrementando el tiempo que pasa solo en el aula.
Sin embargo, en la práctica, muchas veces este proceso debe ajustarse a las exigencias de los horarios laborales o de la propia escuela. Si no es posible un período de adaptación ideal, no te preocupes. Lo importante es que hagas lo mejor que puedas dentro de tus posibilidades. Habla con las educadoras sobre tus preocupaciones y, juntos, buscad la manera de hacer que este proceso sea lo más llevadero posible para tu hijo.
Realiza despedidas cortas y positivas para ua mejor adaptación a la escuela o guardería
El momento de la despedida es un punto crítico durante los primeros días de escuela infantil. Es natural que tanto tú como tu hijo sintáis ansiedad en este momento, pero es importante manejarlo de manera que no prolongue el malestar. Nunca te vayas sin despedirte aprovechando un descuido. Esto puede generar desconfianza y aumentar la ansiedad en tu hijo. En lugar de ello, despídete siempre con una sonrisa, un beso o un abrazo, transmitiendo seguridad y tranquilidad. Intenta no alargar demasiado la despedida; cuanto más prolongada sea, más difícil puede ser para ambos.
Si tu hijo llora o se aferra a ti, respira hondo y mantén una actitud calmada. Asegúrate de que sabe que volverás a buscarlo y que estará bien mientras estás ausente. Las despedidas cortas y positivas son clave para que el niño aprenda a manejar la ansiedad por separación de una manera saludable.
Busca un objeto de apego para tu hijo
Un objeto de apego puede ser un gran aliado durante los primeros días de escuela infantil. Este objeto puede ser un juguete, un chupete, una prenda de ropa o cualquier cosa que tu hijo asocie con comodidad y seguridad. Llevar este objeto a la escuela puede ayudarle a sentirse acompañado y a calmarse en momentos de ansiedad.
Un truco muy útil a la par que bonito es dibujarle un pequeño corazón en la mano o el brazo antes de que se vaya a la escuela. Explícale que, si en algún momento te extraña, puede mirar el corazón, abrazarlo o darle besitos, y que eso lo ayudará a sentirse cerca de ti. Este pequeño gesto puede tener un gran impacto en cómo maneja sus emociones durante el día.
Siempre ten un Plan B preparado
Para muchas familias, la escuela infantil es una herramienta vital para conciliar la vida laboral y familiar. Sin embargo, es importante estar preparado para los contratiempos que puedan surgir, como enfermedades. Los niños que asisten a la escuela infantil están expuestos a una variedad de infecciones, y es común que se enfermen varias veces al año. De hecho, un niño en la escuela infantil puede llegar a tener entre 10 y 12 infecciones en un año.
Por esta razón, es fundamental tener un plan alternativo para el cuidado de tu hijo en caso de que no pueda asistir a la escuela debido a una enfermedad. Ya sea contar con la ayuda de un familiar, un cuidador de confianza, o tener la posibilidad de trabajar desde casa, es importante estar preparado para estas eventualidades.
Comunícate con las educadoras o profesoras de tus hijos
Una comunicación abierta y constante con las educadoras es esencial para el bienestar de tu hijo en la escuela infantil. Desde el primer día, asegúrate de compartir con ellas cualquier información relevante sobre tu hijo, como sus hábitos, miedos, necesidades especiales o cualquier otro dato que consideres importante. Esto les permitirá entender mejor a tu hijo y ofrecerle el apoyo adecuado.
Asimismo, mantente informada sobre cómo se adapta tu hijo cuando no estás. Pregunta regularmente a las educadoras cómo se comporta, si ha hecho amigos, si come bien, o si muestra señales de estrés. Esta información te permitirá tomar decisiones informadas sobre cómo apoyar mejor a tu hijo durante este período de adaptación.
Cuida de tus propias emociones ante la adaptación de tus hijos
El inicio de la escuela infantil puede ser un desafío emocional tanto para el niño como para ti. Es normal sentir una mezcla de emociones, desde alivio por tener un poco más de tiempo para ti hasta tristeza o culpa por la separación. Sin embargo, es importante que cuides de tus propias emociones para poder transmitir tranquilidad y seguridad a tu hijo.
Una buena preparación, como la que hemos discutido en los puntos anteriores, te ayudará a sentir más seguridad y tranquilidad frente a este gran cambio. Hablar con otras madres o padres que hayan pasado por lo mismo, o con profesionales si es necesario, puede ser muy útil para manejar tus sentimientos. Recuerda que el bienestar emocional de tu hijo está estrechamente ligado al tuyo; si te sientes tranquilidad o seguridad, él o ella también lo sentirán.
El inicio de la escuela infantil es un paso importante en la vida de tu hijo y también en la tuya. Espero que con estos consejos puedas afrontar este momento desde la calma. Con ello, estarás ayudando a tu hijo a desarrollar confianza, independencia y habilidades sociales que le servirán a lo largo de toda su vida
Ten presente que aunque los primeros días puedan hacerse duros, la inmensa mayoría de niñas y niños acaban adaptándose a este cambio y empiezan a disfrutar de los aprendizajes y experiencias enriquecedoras que les ofrece la escuela infantil.