Uno de los principales objetivos si hablamos sobre la estimulación del lenguaje, es la importancia de la literatura.
A partir de ella, el niño establece su primer contacto con el mundo de la lengua. Estos primeros pasos hacia el desarrollo de la capacidad lingüística los hace de la mano del adulto, ya sea mediante formas orales de la literatura o bien a partir de libros que incitan al pequeño lector a interesarse por la lectura.
Se podría decir que la literatura infantil son todas aquellas producciones, ya sean orales o escritas, que se han compuesto para desarrollar la fantasía, la imaginación, la creatividad, la sensibilidad y el conocimiento de la lengua de nuestros hijos.
Además de una función lúdica, creativa y un medio de socialización para el bebé, según Teresa Colomer; la literatura permite el acceso a la representación de la realidad a partir de imágenes y símbolos.
Para que los niños entiendan sin dificultades las historias, han de aparecer pocos personajes, no tener más de 2.000 palabras y que sean historias cortas para que no pierdan la concentración.
Algunos de los libros que cumplen estos requisitos son: “¿A qué sabe la luna?”; “¿De qué color es un beso?”; “¿Quieres ser mi amigo?”; “Yo mataré monstruos por ti”; “La oruga glotona” y “El topo que quería saber quien se había hecho aquello en su cabeza”.
Ahora solo toca explicarles cuentos a nuestros hijos y disfrutar con ellos.
Miriam Minuesa Bautista, logopeda del centro Psico i Logos