La sensibilidad está en la piel. Los niños en la etapa de infantil son altamente sensibles a cualquier estímulo que perciben del exterior. Cada detalle les llama la atención, y sienten y perciben de una manera muy especial todo lo que les regala el entorno. Es precioso observar a los niños cuando se concentran en alguna actividad.
El juego que propongo a continuación es una simpleza, pero es muy agradable y les ayuda a integrar el sentido del ritmo y éste, a su vez, a la comprensión matemática. Para los niños en sus últimos años de infantil puede, incluso, trabajar la lectoescritura.
¿Verdad que nunca pensasteis que acariciar al ritmo de la música podía trabajar esas áreas? Pues así es y muchas más.
¿Qué necesitas?
- Al menos dos jugadores 😉
- Acceso a un dispositivo que emita música (móvil, pc, tablet, mini cadena…)
- Varios materiales con texturas dispares. Sirvan como ejemplo:
- Una pluma
- Una tapa de botella
- Un hielo
- Un lápiz
Antes de manipular los objetos nos lavamos bien las manos y si los materiales son nuevos procurad desinfectarlos antes de trabajar con ellos.
¿Cómo se juega?
- Los niños deben guardar en una cajita secreta o bolsa los materiales seleccionados.
- Al son de la música deben acariciar la espalda de su compañero de juego.
- Éste debe adivinar qué material está utilizando para acariciarle.
Este juego para niños de 4-5 años se puede adaptar para trabajar la lectoescritura, simulando letras o palabras.
Con esta actividad se trabaja el ritmo, se estimulan los sentidos, la motricidad fina y es tremendamente agradable para niños y no tan niños 😉