Los primeros 5 años de vida son los más importantes para el desarrollo del cerebro, especialmente los tres primeros. Los estímulos que recibe el bebé en ese periodo de tiempo son fundamentales para desarrollar sus sentidos, movimientos, pensamiento y aprendizaje.
La estimulación temprana es una actividad que realizamos en los primeros meses de vida, basada en la repetición sistemática y secuencial de estímulos que refuerzan las áreas neuronales del bebé. Durante la estimulación potenciamos y favorecemos el óptimo desarrollo psicofísico, motriz, cognitivo, social, emocional y las capacidades del bebé.
Es necesario tener en cuenta que todas las actividades que realizamos en edades tempranas, deben ser experiencias positivas de tipo lúdico, agradable y de disfrute para potenciar al máximo los beneficios de la actividad física, dedicando a ello unos 20-30 minutos diarios.
Los ejercicios o estímulos que trabajamos con los peques son de contacto, a través de masajes y estímulos sensoriales durante los primeros meses; luego pasarán a estímulos visuales, auditivos y del lenguaje, reforzando las actividades con su entorno.
Los beneficios que aporta la estimulación temprana son:
– Favorece el desarrollo del cerebro.
– Favorece la construcción de la inteligencia, la personalidad y el comportamiento social de nuestro hijo o hija.
– Ayuda a estrechar de forma significativa el vínculo afectivo con su entorno cercano.
Daiana Paola Romano
Licenciada en Educación Física