La playa Ay, qué rico es pasear al borde de la orilla del mar, con el sonido de las olas.
Pero, ¿puedo hacerlo con mi bebé?
En ocasiones, la primera semana tras el parto, es un periodo inmediato donde el cuerpo de la mujer se está recuperando de esta gran apertura que ha supuesto el parto. Es una primera semana donde el descanso sería fundamental y prioritario. No sólo para una pronta recuperación de la mujer, también para que la lactancia materna se pueda establecer de forma adecuada. Es una semana de ajuste, de embelesarnos con nuestro bebé, de quedarnos mirándolo atónitos de enamoramiento.
Tras esta semana, la mayoría de las mujeres, solemos comenzar a interesarnos por un paseo en el exterior, aire fresco, movimiento y si tenemos un entorno con playa pues ¡qué maravilla!
¿Qué tenemos que tener en cuenta?
Hemos comentado anteriormente que los bebés no regulan bien su temperatura corporal y que son extremadamente sensibles a la deshidratación.
- La primera recomendación sería pasear a horas del día cuando el sol no esté muy fuerte, puesto que la piel del recién nacido es muy fina y es muy fácil que el sol pueda quemarla. Lo ideal sería a primera hora del día o bien a última hora de la tarde.
- Puede ser una muy buena oportunidad para probar a portear nuestro bebé. Llevarlo cerquita de nuestro cuerpo, nos permitirá estar más atentas a sus señales. No tenemos que olvidarnos de que, durante el verano, es muy posible que el bebé haga tomas frecuentes porque tiene sed.
- A la hora de vestir a nuestro bebé sería recomendable que fuera con prendas ligeras y de algodón (1) permitiendo que la manos y la cara estén lo más libres posibles para que pueda eliminar el calor.
- Si vamos a pasar un tiempo en la playa, sería altamente recomendable evitar las horas de calor para que el bebé no sufra un golpe de calor y por supuesto protegernos debajo de una sombrilla para evitar el sol directo.
Con estas pequeñas precauciones, si la playa es un lugar que nos produce calma y disfrute, podemos disfrutar de pequeños momentos con nuestro bebé en este maravilloso entorno.
¡Ah! Y no te olvides de mantenerte bien hidratada tú también, la lactancia y el calor son dos factores fundamentales para que tengas agua siempre a mano y puedas beber con frecuencia ¡Cómo tu bebé!
Fuente:
(1) http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/001966.htm