¡Qué calor! ¿Cómo afecta esto a mi bebé recién nacido?
Todas las estaciones del año tienen su encanto… Es interesante observar cómo nos adaptamos al periodo anual en el que estamos viviendo. Durante el verano, la temperatura ambiental se eleva y nuestra necesidad de ingesta de líquidos se ve incrementada. Se produce una respuesta del cuerpo, adaptándose al ambiente. Por esta misma razón es fascinante observar el comportamiento de los bebés durante épocas más cálidas cuando se produce un aumento de la temperatura.
Tenemos que estar atentos, principalmente, a las reacciones de su piel y a sus necesidades, para que se mantengan bien hidratados.
La piel
La piel de un bebé es sonrosada, suave y muy sensible.
En muchas ocasiones los bebés ante el calor y temperaturas elevadas pueden reaccionar de manera fisiológica y como consecuencia de ello pueden aparecer una serie de granitos por diversas partes de su cuerpo. Esta erupción se conoce con el nombre de sudamina o miliaria. Es relativamente frecuente y se produce por una inmadurez de sus glándulas sudoríparas en los primeros meses de vida (1) ¿Qué podemos hacer? Durante la estación cálida nuestra propia temperatura corporal nos puede indicar cómo abrigar al bebé eligiendo preferentemente ropa ligera y de algodón porque esta fibra al ser muy absorbente mantiene alejada la humedad de su piel. No está recomendado utilizar cremas o ungüentos porque tienden a mantener la piel más caliente y podrían obstruir los poros. (2)
Generalmente la sudamina se resuelve por sí sola, solo hay que quitar los factores que provocan el calor. También podemos optar por un bañito con agua tibia y sin jabones, para refrescar y relajar al recién nacido. Es importante secarlo con cuidado prestando especial atención a la parte interna de los pliegues cutáneos para mantener su piel fresquita, limpia y seca.
¿Tendría que darle agua a mi bebé?
Los bebés nacidos en verano o en climas cálidos son muy sensibles a la deshidratación. Por esta razón tienden a mamar muy frecuentemente y muchas veces al día en tomas cortitas. ¿Por qué ocurre esto? ¡Porque tienen sed! ¡Como nosotros!
En varias ocasiones hemos comentado que la lactancia materna es comida, bebida y afecto o protección. Cuando un bebé tiene hambre realiza tomas largas de al menos 10 minutos de duración o más. Sin embargo, cuando tiene sed, realiza tomas cortitas de menos de 5 minutos para poder tomar la parte acuosa de la leche. ¡Sorprendente!
Por ello, un bebé alimentado con lactancia materna a demanda NO necesita ningún otro líquido para mantenerse bien hidratado. Ni agua, ni infusiones, ni nada siguiendo siempre el consejo de tu pediatra. (Asociación Española de Pediatría) (3)
La clave consiste en estar atento a sus gestos, sonidos y señales y ofrecerle el pecho con relativa frecuencia para asegurarnos de sus necesidades de hidratación.
Con estas precauciones básicas podemos, ahora, disfrutar de nuestro bebé y del verano.
Fuentes:
(1) DERMATÓLOGA ANGELA HERNÁNDEZ MARTÍN http://www.youtube.com/watch?v=Z5Hu_K-G9OM
(2) BEBES Y MILIARIA http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/001966.htm
(3) AGUA Y LACTANCIA http://www.aeped.es/comite-lactancia-materna/preguntas-frecuentes-sobre-lactancia-materna#t48n148