Es frecuente que cuando llega el cumpleaños de un hijo, familiar o amiguito, las mamás se pregunten cuál es el mejor juguete. Las dudas suelen surgir sobre todo en el primer cumpleaños, cuando los bebés todavía no se expresan con palabras y los adultos no tenemos tan claro cuáles son sus gustos. Pero sin duda, los tienen. Está claro que hay recomendaciones muy válidas que nos pueden orientar según la edad de los niños/as. Sin embargo, no todos los juguetes les gustarán o llamarán la atención a todos los niños por igual. Algunos prefieren los puzles, otros las construcciones de piezas.
Bueno, y entonces, ¿cómo acertar? Todos estamos de acuerdo que un exceso de juguetes no es recomendable para un niño/a por múltiples motivos: falta de espacio en casa, distracción de la atención, fomento del consumismo… aunque hay veces que es extremadamente difícil controlar el volumen de regalos que reciben los niños de familiares y amigos y sobre todo la calidad e idoneidad de los mismos.
Vale, y entonces ¿qué podemos hacer? La respuesta es clara: la clave está en la observación. Si tienes la oportunidad de asistir de manera regular a talleres de juego, podrás observar la tendencia natural de tu hijo/a por un tipo de juguete o juego. Se trata de ofrecer distintos recursos para que los niños libremente se acerquen a lo que más le llama la atención en un primer momento o lo que experimentan por imitación de un compañero de juego. También son muy recomendables las reuniones con otras familias donde los niños experimentan con juguetes “nuevos” y se relacionan con otros niños de distintas edades. Es una prueba práctica donde descubrir las preferencias de cada pequeño/a.
Lo que os recomendamos es bueno, bonito y al alcance de todos. Sin duda el mejor regalo para nuestros hijos/as da igual su edad o sus gustos, es nuestro tiempo, ese bien tan escaso del que todos casi carecemos. Si todos programásemos en nuestras agendas al menos media hora al día para no hacer nada, simplemente “estar” con nuestros hijos, observar, escuchar, dejar que surja una conversación si es que ya hablan, un juego, sin programar ninguna actividad, desconectando teléfonos y distracciones… descubriríamos cada día las personitas en las que se están convirtiendo nuestros pequeños y pequeñas. Es maravilloso descubrir la personalidad de un individuo que aún siendo parte de ti es independiente y único.
Y como siempre lo más sencillo es lo que mejor funciona, ya sabéis… el mejor regalo para vuestros hijos/as sois vosotros.