Muchas futuras mamás hacia el final del embarazo sienten la necesidad de limpiar a fondo suelos, armarios, la bañera, rincones de la casa u ordenar la cocina. El síndrome del nido es una preparación psicológica que hace la mujer para acoger a su bebé e incluso diría que, a veces, es una preparación física porque a aquellas mujeres que les da por limpiar el suelo de rodillas o, la bañera, parece que instintivamente se ponen en posturas y/o movimientos que se necesitan para ese momento del embarazo. ¡Da rienda suelta a este instinto!
Más allá del síndrome del nido a una le gusta tener todo organizado aunque hay muchas mujeres que tienen pendiente organizar la ropita o la bolsa del hospital… pero a todas siempre les llega su momento. Cada mujer tiene su ritmo y cada una vive su momento, así que es normal que llegue en semanas de gestación diferentes. Y tampoco pasaría nada si no hay nada preparado, porque al fin y al cabo, lo que necesita un bebé es a su mamá. Pero está bien organizarse y esto facilitará después el posparto. Es cierto que no sabes como te encontrarás ni realmente que querrás, pero hay cosas que si puedes tener en cuenta: es importante que aunque te sientas de maravilla descanses mucho, que estés muy bien alimentada e hidratada.
Llega a un acuerdo con alguien (tu pareja, tu madre, tu suegra, una amiga…) para que te ayude con las tareas domésticas, con una gran compra antes del nacimiento y tener la despensa llena, con la comida de modo que podáis cocinar recetas deliciosas, variadas y sanas y congelar raciones de comida para el posparto… Durante los primeros días, lo ideal es que las visitas sean las necesarias porque se necesita establecer la lactancia y la mamá tiene que recuperarse del parto. No obstante, si aun así tiene que venir la abuela que aproveche y traiga esas croquetas tan buenas que hace ☺ y a los demás igual, si vienen, que te traigan una fiambrera con algo de comer. Pero lo ideal sería que los familiares y amigos vengan después de unas semanas, cuando el ritmo de la casa ya está más establecido, y cuando ya se ha descansado lo suficiente.
Consensua todo esto con el papá y transmitírselo a familia y amigos. Debes priorizar tus siestas o las tomas del bebé en la intimidad, que las visitas y las compañías. Cuando llega el bebé empiezas a conocerlo, son días especiales, es como una luna de miel, deberían ser unos días íntimos y tranquilos con mamá, papá y los hermanit@s, si los hay.