Una de las cuestiones que más preocupan a los padres es saber gestionar los celos del hermano mayor ante la llegada de un hermanito. El temor a que su princesa o príncipe se sienta destronado, y sobre todo a que sufra, es motivo de consulta con un especialista. Con unas buenas pautas podremos lograr que la llegada de un nuevo miembro a la familia se convierta en el motivo de alegría que soñamos para todos.
Es muy importante que el hermano mayor se sienta partícipe de todo lo que ocurra a su alrededor, así comprenderá que sigue teniendo su espacio y un nuevo rol en la familia. Debemos tener en cuenta:
-La llegada de un nuevo miembro a la familia es un cambio importante y es normal que genere miedos.
-Se debe preparar al hijo que ya tenemos paulatinamente antes de que nazca el bebé.
-Cuando son muy pequeños, menos de 2 años, evolutivamente aún no son capaces de saber y comprender lo que está pasando a su alrededor.
-Intuyen todo, son esponjas. Aunque pensemos que no se enteran, se dan cuenta de todo.
-Es conveniente anticiparlo todo para que no lo pase mal.
Las pautas a seguir para hacer de este proceso algo natural que facilite la convivencia en la familia son:
-El cambio existe y no hay que tenerle miedo. No lo podemos negar.
-Es frecuente que cuando nos referimos a niños alrededor de los 2 años, hagan alguna regresión ante la llegada del hermanito; es decir, que dejen de hacer cosas que ya hacían y den un paso atrás (querer tomar el pecho, chupete…) Si como padres no nos sentimos seguros de cómo actuar le podemos confundir más.
-Fomentar su autonomía. Esto es importante tanto para el pequeño como para los padres.
-Determinar qué papel va a tener con el bebé. Ante esa “responsabilidad”, él va a ser el protagonista absoluto ya que es importante que tenga sus momentos de exclusividad.
En definitiva, hay que empezar a anticiparse con el cambio y lo que ello conlleva y el nuevo rol que nuestro “pequeño-mayor” va a tener en su vida. Es importante cuidar los detalles y hacerle comprender que cuando él llegó también papá y mamá prepararon todo con el mismo cariño. Hablarle de cómo era cuando estaba en la tripita de mamá, enseñarle sus ecografías, que ayude a organizar la ropita del bebé y explicarle cómo serán los días en los que nazca el hermanito puede ser de gran ayuda.
No hay que olvidar que el hijo que ya tenemos también es pequeño, por lo tanto, debemos respetar sus tiempos y su adaptación y nunca olvidarnos de la paciencia y el amor.
Blanca Santos Gimenez
Psicóloga Infanto Juvenil
Psicólogos Pozuelo
Información revisada y respaldadapor nuestro equipo de expertosen Nutrición y Salud
