El embarazo es una gran aventura que comienza desde el momento en el que el predictor marca positivo. Es entonces cuando empieza a escribirse una nueva historia en tu vida llena de cambios y emociones que hasta ahora desconocías. Ante eso, necesitarás un periodo de tiempo para conocerte mejor y poder adaptarte a esta nueva etapa. Tu cuerpo empieza a sufrir modificaciones, pero ¿qué le pasa a tu mente y a tus sentimientos?
Los cambios emocionales que se experimentan a lo largo de estos meses tienen una base hormonal. Al no recibir los mismos niveles de hormonas de siempre, los neurotransmisores del cerebro están alterados. Los niveles de progesterona y estrógenos se duplican, por lo que la parte emocional a nivel cerebral se intensifica, teniendo más fuerza que la racional.
Veamos con más detalle qué ocurre en cada trimestre del embarazo con tus emociones:
Primer Trimestre
En el primer trimestre del embarazo, vas a experimentar tres emociones básicas: alegría, preocupación e incertidumbre.
Vas a ser mamá y recibes la noticia con gran entusiasmo, pero este nuevo estado se alterna con cambios de humor frecuentes, temor y pequeños signos de ansiedad. Todo ello, junto con el incremento de exigencia energética, puede afectar a tu autoestima y deseo sexual. No te preocupes, está dentro de la normalidad: todo está cambiando y tienes que aprender a conocerte.
Es importante que estés informada de todo lo que puede ocurrir. Más adelante te daremos algunas pautas que te van a ayudar a conectar contigo misma con el objetivo de sentirte mejor.
Segundo Trimestre
En esta etapa del embarazo, los cambios hormonales se han estabilizado, por lo cual vas a disfrutar de un período de tranquilidad y estabilidad emocional.
Recuperarás el deseo sexual y te sentirás con fuerza y energía. Tu estado de ánimo va a ser más armónico y tus pensamientos más positivos, aunque la dificultad para concentrarte será habitual, según el nivel de hormonas de ese momento.
Tercer trimestre
Te encuentras en el final del camino. No te preocupes si vuelve a aparecer la ansiedad y el miedo que tuviste al conocer la noticia de tu embarazo. Te notarás más sensible e intranquila e incluso en ocasiones puede aparecer el “Síndrome del nido”, una necesidad compulsiva de limpiar, ordenar y preparar todo para la llegada del bebé.
Recomendaciones para tu bienestar emocional
-Tómate tu tiempo para conocer y aceptar tus cambios físicos y emocionales. Permítete tu periodo de adaptación. Ten en cuenta que se trata de procesos naturales y temporales.
-Busca apoyo en tu entorno, en aquellas personas que te hagan sentir bien. Háblales de cómo te sientes, identifica tus sentimientos y emociones.
-Redacta tu propio diario de emociones. Escribe en un cuaderno cómo te sientes y cómo son tus pensamientos, y evalúa si son objetivos y prácticos. Dejar por escrito aquello que piensas ayudará a ordenar tus ideas, ponerle nombre a tus emociones y exteriorizar tus pensamientos más profundos. De este modo, podrás leerlo de nuevo y será más sencillo analizar tus sentimientos. Esta técnica repercutirá positivamente en tu bienestar emocional.
-Crea nuevos hábitos y rutinas. Pasea todos los días entre 15 y 30 minutos y focaliza tu atención en el entorno por el que estás caminando, observando todo lo que hay a tu alrededor. Elige un lugar tranquilo y haz respiraciones durante 3 minutos, cogiendo aire por la nariz, sintiendo paz y relajación, y expulsando aire por la boca, liberándote así de miedos y tensiones.
-Cuida tu aspecto físico para sentirte bella y atractiva. Aunque en este momento la ropa que utilizas sea más limitada, juega con los complementos, el maquillaje, los peinados… Desarrolla tu creatividad, seguro que descubres aspectos de ti que antes desconocías.
-Acude a talleres o grupos y comparte tus inquietudes con personal especializado si necesitas información para resolver dudas que vayan surgiendo en tu día a día.
-Recuerda que cada persona es única y especial y que cada embarazo se desarrolla de una manera diferente. No te dejes influir por experiencias personales negativas que puede comentarte tu entorno, ya que proyectan en ti sus miedos e inseguridades.
-Cuídate, mímate y consiéntete. Prémiate con refuerzos positivos que te proporcionen bienestar: un masaje, una película, un libro, una escapada, una reunión con tus amigas, un espectáculo, un curso, la música… Todo aquello que te haga sentir bien va a repercutir en tu armonía emocional.
Marta Sánchez Miranda
Psicóloga
http://www.msmterapiapersonalizada.com