Para tener una lactancia de éxito es indispensable no poner horarios al pecho.
La mayoría de nosotras conocemos la famosa indicación de “ponte al niño al pecho cada 3 horas y que mame 10 minutos de cada uno”; esto es porque antiguamente eran las recomendaciones que se daban. Hoy sabemos que esta no es la mejor manera de favorecer la lactancia ya que cada niño tiene su ritmo. Habrá niños que necesitan mamar cada menos de 3 horas y otros que aguanten más horas sin comer. Incluso en cada niño se producen variaciones durante el día y, evidentemente, no todos los días son iguales; algunos el pequeño tendrá más hambre o más sed y por ello requerirá estar más a menudo al pecho que otros días;
Dicho lo anterior, ¿Cómo saber cada cuánto tiempo poner al bebé al pecho y durante cuánto tiempo? Lo primero que hay que saber es que el pecho es a demanda, y esto quiere decir que es a necesidad del bebé, sin seguir horarios ni mirar el reloj… Y para eso debemos observar al niño, cuando se empiece a mover, a girar buscando el pecho…no hay que esperar a que llore, hay señales antes de ese momento que nos indican que es un buen momento para ofrecerle el pecho.
Una vez que el bebé se engancha al pecho, observaremos que al principio mama muy rápido y poco a poco se va relajando, hasta que empieza a mamar más despacio. Él mismo se separará del pecho cuando ya esté satisfecho. Entonces debemos ofrecerle el otro, y que mame lo que quiera de este. Hay niños que con un solo pecho en la toma tienen suficiente. Es normal, en la siguiente toma empezáis por el pecho del que no se ha alimentado para que se regule la producción de leche en los dos.