La era digital ha invadido nuestros hogares, ya sea con Internet, ordenadores portátiles, tablets, teléfonos móviles o videoconsolas. En cualquier casa es habitual que todos ellos compartan espacio. Las nuevas tecnologías nos acompañan y facilitan el día a día: compra online, educación, viajes, búsqueda de información… Desde cualquier lugar y en todo momento podemos conseguir aquello que queremos.
Por este motivo, hoy en día no resulta extraño observar a cualquier bebé o niño de corta edad manejar uno de estos instrumentos sin ningún tipo de problema.
Nuestros hijos son nativos digitales, ya que han nacido en un mundo donde las nuevas tecnologías lo rigen todo. En cambio, los padres somos inmigrantes digitales y hemos aprendido a manejarlas mientras crecíamos.
Muchos papás se preocupan por este hecho, ya que sus hijos en muchas ocasiones prefieren pasar largas horas delante de su tablet o videoconsola a realizar otro tipo de actividad, y los padres son reacios en algunos casos a que los utilicen, o los posponen a una edad concreta. Pero la realidad es que no los podemos poner en una “burbuja” y pensar que de esta forma los mantenemos al margen de los videojuegos y otros dispositivos.
Los colegios han introducido el uso de ordenadores portátiles, pizarras digitales o tablets como parte del material escolar, donde su aprendizaje se hace necesario. El uso de Internet les permite acceder a contenidos muy atractivos para ellos pero que pueden no ser adecuados para su edad. Por este motivo, es imprescindible que los padres supervisen qué tipo de juegos descargan sus hijos en sus tablets.
Pero no todo lo relacionado con los juegos digitales es negativo para un niño. Existen en el mercado gran variedad de juegos educativos que les ayudan a trabajar la atención y la concentración. Por otro lado, les permiten desarrollar también su destreza y visión espacial y por esta razón es importante que los niños aprendan a realizar un uso responsable de estos medios.
También nos encontramos, en muchas ocasiones, que los niños quieren jugar a videojuegos que claramente son para edades superiores y por el hecho de estar de moda o porque algún amigo los tiene, los reclaman de manera incesante. En este sentido es muy importante saber que sus cerebros todavía no están preparados para el contenido que ofrecen, ya que por su temática, muchas veces bélica o agresiva, pueden llegar a normalizar situaciones que no lo son.
Los padres tenemos que estar muy atentos ante el comportamiento de nuestros hijos cuando utilizan este tipo de dispositivos. Así, ante cambios bruscos de humor, aparición de cierta tendencia agresiva, obsesión por algún juego en concreto o su propio aislamiento o sedentarismo tenemos que saber que quizá pasan más horas jugando de las que somos conscientes.
Para evitar situaciones en la que los padres tengan que llegar a “quitar” de las manos el mando de la videoconsola o la tablet, es importante marcar un límite de tiempo y avisarles que, pasado ese tiempo, ya no podrán seguir jugando, aunque esto signifique que dejan “la partida a medias”.
El niño tiene que saber que tiene un tiempo máximo al día para “jugar”, por este motivo es mejor permitir sesiones de 20-30 minutos, al hecho de dejarles que pasen 2-3 horas jugando, ya sean con videojuegos, tablets o móviles.
Es conveniente no permitir que pospongan sus “obligaciones”, ya sea comer, vestirse, ducharse o hacer los deberes porque tienen un juego empezado, o porque no piensan en otra cosa que no sea en ir corriendo a jugar con su videoconsola.
El consejo principal es acompañar al niño en sus juegos, ya que hoy día existen muchos videojuegos o actividades que están pensadas para un uso familiar. Si los padres somos conscientes del tipo de juegos que consumen nuestros hijos, podemos ser más o menos flexibles ante la continua demanda para que les dejemos jugar. De esta forma no les negamos a nuestros hijos a que participen de estas actividades lúdicas, sino que les enseñamos a que tienen que hacer un uso responsable de ellas, que pasa por saber diferenciar el tipo de contenido que es adecuado para su edad.
Lo más importante es saber que puede haber un momento para todo, ya sea para jugar con su videojuego favorito, como para compartir con sus amigos de una actividad de ocio o deportiva al aire libre.
Por último, te dejamos un post en el que nuestra psicóloga especialista te hablará sobre otro tema muy importante: la televisión y los niños, dándote claves sobre lo que es un uso razonable.
Alicia Jiménez Villafuerte
Psicóloga
http://www.cosimentcornella.es/psicologia