Hace frío, mucho frío los días son muy cortos, a veces llueve, otros días la niebla invade todo .
De forma general, el invierno es una época de recogimiento, la luz exterior se minimiza y hasta nuestro estado de ánimo parece interiorizarse. Vivimos de forma cíclica y el invierno es bello y necesario para poder vivir después la expansión de la temporada más cálida.
Sí, esto está muy bien, muy bonito pero tengo a un recién nacido en casa y ¡se me cae la casa encima!
Para la mamá
Si has tenido a tu bebé hace poquito, el invierno es una época que facilita la recuperación posparto. Hay mucha menos actividad exterior y esto invita a que puedas reposar con calma, que es justo lo que tu cuerpo necesita durante la cuarentena para poder reponerse del parto. Estupendo, ¿no?
Para el bebé
Ya he comentado en otras ocasiones que los bebés no regulan muy bien su temperatura. Aún no están maduros. Para estos meses más fríos podemos vestir al bebé con capas de ropa en lugar de una prenda única caliente. De esta forma, podemos anticiparnos según el entorno en el que nos encontramos, porque es fácil pasar de ambientes muy calientes por efecto de la calefacción a temperaturas muy bajas si vamos a estar en el exterior.
Para la relación con tu bebé
El invierno es un buen momento para realizar actividades en el interior con otras mamás y sus bebés. En las próximas semanas os escribiré sugerencias de actividades que podéis realizar junto a vuestro pequeño.
¡Ah! Y no tenemos que olvidarnos que los días soleados de invierno son bellísimos Una oportunidad exquisita para pasear sintiendo esos rayos de sol que, en este momento del año, podemos dejar que bañen a nuestro bebé.