Estamos en el último trimestre de embarazo, llegamos a casa por la tarde, nos quitamos a duras penas los zapatos, nos miramos nuestros pies y ¡madre mía! A veces nos cuesta reconocerlos como nuestros de los hinchados que los tenemos.
¿Por qué ocurre esto?
Durante el periodo de gestación, ocurren muchos cambios anatómicos y fisiológicos (1). En el sistema circulatorio de una mujer embarazada, también ocurren pequeñas modificaciones para que el cuerpo se pueda ir adaptando al crecimiento de una nueva vida en su interior. Durante el embarazo los vasos sanguíneos se dilatan y el volumen sanguíneo puede llegar hasta casi ¡¡un 50% más!!! (1) (2).
Es decir, tienes más líquidos en tu interior que si no estuvieras embarazada y claro, los pies que están en la parte más distal del cuerpo, tienden, con frecuencia, a inflamarse.
Este aumento de volumen sanguíneo comienza en el primer trimestre y parece alcanzar su pico más alto hacia las semanas 34-36 de gestación (2).
Este aumento de volumen es sano y normal.
Entonces, ¿qué puedo hacer?
- La práctica de actividad física durante el embarazo ayudará a movilizar la sangre de tu organismo. Encuentra una actividad que te guste y disfrútala. Te sentará de maravilla.
- Evita estar periodos prolongados de tiempo sin moverte cuando estés de pie.
- Procura llevar un calzado cómodo y que no te comprima. Ten especial atención a los calcetines que te dejen marca porque pueden dificultar el retorno venoso.
- Eleva las piernas y los pies, siempre que puedas. Esto es especialmente recomendable al final del día ¡todo nuestro cuerpo está más cansado!.
- Y, pídele a tu compañero, si es posible, que te haga un masajito en la parte inferior de la piernas y los pies Uhmmm ¡Qué rico! Tus pies te lo agradecerán.
Fuentes:
(1) http://www.healthline.com/health/pregnancy/body-changes-infographic
(2) http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/4075604