En la vida de nuestros niños, en su crianza, hay momentos críticos. La mayoría de las veces estos momentos podrían evitarse o por lo menos prevenirse, pero cuando ocurren debemos actuar manteniendo la serenidad dentro de lo posible, recordando los pasos a seguir.
De todas estas actuaciones hay protocolos de primeros auxilios muy bien escritos. Como padres debemos aprender que nuestra intervención inicial es vital, y en un gran porcentaje de ocasiones resuelve completamente el problema.
Veamos algunos ejemplos típicos:
1) ASPIRACIÓN DE CUERPOS EXTRAÑOS:
Si tu hijo tiene entre 6 meses y 5 años se encuentra entre la población de mayor riesgo.
Durante la etapa inicial de la alimentación, y luego a partir de la manipulación de objetos por el propio niño en su primera infancia para llevarlos al órgano explorador (boca), existe el riesgo potencial de aspiración de algún objeto pequeño, sea alimentario o no.
Pensando un poco veremos que es claro el papel de la prevención para evitar estos accidentes. Aquí algunos consejos:
- Evita alimentos peligrosos: frutos secos enteros; trozos grandes de carne, manzana o quesos duros; caramelos duros; uvas; zanahoria cruda; etc.
- Acostumbra al niño a comer sentado a la mesa. Nunca debe comer mientras camina, corre o juega.
- Enseña a tu hijo a no hablar mientras está masticando.
- Corta la comida en trozos pequeños e insiste en que mastique bien antes de tragar.
- Supervisa siempre a tus hijos cuando comen.
- Selecciona los juguetes adecuados a la edad. Los juguetes de niños < 3 años no deberían tener piezas < 3 cm. de diámetro x 6 cm. de longitud. Si los hermanos mayores tienen juguetes con piezas pequeñas trata de que éstas no estén al alcance de los más pequeños.
- Evita dejar objetos pequeños al alcance de los niños (globos desinflados, monedas, capuchones de bolígrafos, botones, pilas, tapas de botellas, tuercas, tornillos, clavos).
Educa a los demás miembros de la familia y a todas aquellas personas que cuidan de tu hijo acerca de la prevención y primeros auxilios en caso de aspiración de cuerpos extraños.
Según la edad del niño y la gravedad del cuadro tendremos diferentes intervenciones posibles, es fundamental ubicar a nuestro niño en el grupo correcto:
a) Niño de cualquier edad que puede respirar, toser, hablar o llorar:
No intervengas (podría empeorar la obstrucción), sólo anima a toser.
Comunícate con el servicio de emergencias (112)
b) Niño menor de 1 año que no puede respirar, llorar ni toser; tose muy débilmente o comienza a ponerse cianótico (morado, azul):
Llama a alguien para que busque asistencia médica (112) y te ayude.
Mira la boca; si ves el cuerpo extraño intenta quitarlo con un movimiento de barrido de tus dedos (¡no a ciegas ni dedos hacia garganta!).
Pon al niño boca abajo sobre tu antebrazo sosteniendo con tu mano la cabeza y el cuello firmemente (cabeza por debajo del nivel del tórax).
Aplica 4 o 5 golpes en la espalda entre los dos omóplatos con el talón de tu mano libre.
Si la respiración no se reanuda, coloca al niño igual pero boca arriba y realiza 4 o 5 compresiones torácicas con dos dedos en zona media del esternón (por debajo de las tetillas).
Repite los pasos 2, 3 y 4 hasta que el niño expulse el cuerpo extraño, reanude la respiración o pierda la conciencia.
c) Niño mayor de 1 año que no puede respirar, llorar ni toser; tose muy débilmente o comienza a ponerse cianótico (morado, azul):
Llama a alguien para que busque asistencia médica (112) y te ayude.
Mira la boca; si ves el cuerpo extraño intenta quitarlo con un movimiento de barrido de sus dedos (¡no a ciegas ni dedos hacia garganta!)
Con el niño de pie ligeramente inclinado hacia adelante aplica 5 golpes en región interescapular (en la espalda entre las escápulas)
Si la respiración no se reanuda, realiza maniobra de Heimlich: abraza al niño por detrás pasando tus brazos por debajo de sus axilas y con ambas manos cerradas realiza 5 compresiones abdominales rápidas (hacia atrás y arriba).
Repite los pasos 2, 3 y 4 hasta que el niño expulse el cuerpo extraño, reanude la respiración o pierda la conciencia.
d) Niño de cualquier edad inconsciente:
Reanimación cardiopulmonar (RCP):
Si el niño pierde la conciencia o lo encuentras ya inconsciente, túmbalo boca arriba sobre una superficie firme. Pide ayuda si antes no lo habías hecho.
Mira la boca; si ves el cuerpo extraño intenta quitarlo con un movimiento de barrido de sus dedos (¡no a ciegas ni dedos hacia garganta!).
Si la maniobra anterior no es efectiva, extiende la cabeza del niño ligeramente con una mano sobre la frente y con la otra levante el mentón, asegurándote de que la boca permanezca abierta (apertura de vía aérea).
Si no respira inicia respiración artificial: boca a boca-nariz en menor de 1 año; boca a boca pinzando la nariz en mayor de 1 año. Realiza 5 insuflaciones lentas de rescate.
Compruebe respiración y pulso.
Si hay pulso y el tórax se expande continúa ventilando a 12-20 insuflaciones por minuto hasta respiración espontánea.
Si no hay pulso y/o el tórax no se expande inicia masaje cardíaco: compresión en 1/3 inferior de esternón por encima de apéndice xifoides (con 2 dedos, 1 mano o ambas manos según tamaño del niño y fuerza del reanimador). Relación 30/2: 30 compresiones cardíacas / 2 ventilaciones (aproximadamente 3 ciclos por minuto)
Después de realizar esta secuencia por 1’ puede suspender la reanimación por un instante (<1’) para pedir ayuda médica si aún no fue solicitada.
Cada 2’ abrir vía aérea (extrae cuerpo extraño si está accesible) y comprobar respiración y pulso.
2) AHOGAMIENTO POR INMERSIÓN:
- Retira al niño inmediatamente del agua.
- Llama a alguien para que busque asistencia médica (112) y lo ayude.
- Si el niño no respira, comienza la respiración artificial inmediatamente. No pierdas tiempo intentando quitar el agua de los pulmones. Si el niño no tiene pulso aplica 30 compresiones torácicas por cada 2 ventilaciones.
Mariano Olivero
Pediatra
olicabeza@gmail.com