Durante el embarazo nos centramos mucho en la preparación al parto, pero luego viene la vuelta a casa… y los bebés no vienen con un manual debajo del brazo. Hoy me gustaría resolver dudas y alejar miedos y falsos mitos sobre el cuidado del bebé.
Los padres primerizos son novatos y los consejos, a veces contradictorios, llueven desde todos los flancos. La mejor de las intenciones de nuestro entorno a veces no es suficiente, e incluso entorpece.
Los 9 principales miedos de los padres primerizos:
- El baño del bebé: No sabemos cómo sujetarle, cuándo coger la toalla, me faltan manos… ¿me meto la esponja en la boca?
La solución es siempre el sentido común: preparar todo lo que vamos a necesitar; ventanas cerradas sin corrientes; controlar la temperatura del agua (existen varios dispositivos para hacerlo), 36 ó 37 grados es los correcto; sumergir bien al bebé, que esté cómodo. Debemos limpiar desde la vulva, en el caso de las niñas, hacia el culito, hacer hincapié en los genitales de los bebés y sobre todo en los pliegues, detrás de las orejitas, las rosquillitas que se le forman en las piernas, y fundamental el secado del bebé.
- Las cacas del bebé:
Las primeras deposiciones que realiza el recién nacido, meconio, son negras pegajosas y sin olor (como alquitrán); se eliminan en las primeras 24h de vida y pueden seguir durante algún días más; luego ya pasan a las deposiciones de lactantes, amarillas, generalmente con grumos y de consistencia variable (más compactas con biberón). Vigile las deposiciones blanquecinas en el primer mes de vida. El nº es muy variable (de 1-8/ día) y aunque los niños con lactancia materna suelen hacer 1 deposición tras las tomas, no siempre es así y no implica que haya ningún problema.
- El cambio de pañal
Es algo básico y que vamos aprendiendo con la práctica. Debemos tener cerca lo que vamos a necesitar: toallitas, esponja con toalla, pañal y debemos limpiar el culito de delante a atrás, de la vulva al ano, para no arrastrar las infecciones hacia el meato urinario; las niñas tienen más riesgo de infección.
Hay distintas opiniones sobre las cremas. No suelo recomendar su uso de manera sistemática, ya que son espesas y forman una película que no deja transpirar, por lo que sólo debemos aplicarlas en caso de tratamiento.
Los polvos de talco son dañinos para los bebés; liberan muchas partículas que, aspiradas, se depositan en el pulmón pudiendo producir diferentes reacciones inflamatorias.
- La ropita: muchas veces nos entra la duda de si irá poco o muy abrigado, de si tendrá frío o calor.
Los niños tienen un sistema termorregulador inmaduro y, por tanto, tienen tendencia a sufrir hipotermias e hipertermias con mucha facilidad.
No regulan bien la temperatura y si les abrigamos en exceso podemos provocarles fiebre y deshidratación.
Se aconseja siempre una prenda más de la que tú usarías en este momento, tanto en invierno como en verano. En invierno, mantita y gorrito; los bebés tienen una cabeza grande y pierden mucho calor a través de ella.
- El paseo diario: Debe hacerse desde el primer día. Había la creencia de que no les podíamos sacar hasta que cumplieran un mes, como a los cachorros, pero el bebé puede salir.
Mientras esté bien abrigado, le viene bien la exposición a los rayos solares; simplemente la claridad del sol hace que sea capaz de sintetizar la vitamina D.
Además, en la calle va a recibir diferentes estímulos, tanto auditivos como visuales, y a la mamá también le viene bien salir. Es una buena opción hacerlo dos veces al día, mañana y tarde, cuando haga menos frío.
- El sueño del bebé: El bebé nace con un ciclo de sueño diferente al nuestro y de eso se dan cuenta las mamás cuando lo tiene en la tripa, durante la noche están más activos y durante el día más relajados.
Esto al principio suele desesperar porque intentamos que el bebé se adapte a nuestro ritmo de vida y, sobre todo, el primer mes las mamás, se tienen que adaptar al ritmo de vida del pequeño, tenemos que ceder un poco: dormir cuando duerma él, empezar a hacer siestas durante la mañana y tomarlo con mucha filosofía.
El niño irá madurando su sistema nervioso e irá adquiriendo todas las fases del sueño completas hasta dormir del tirón, aunque sí es verdad que hay bebés que les cuesta mucho.
El recién nacido duerme de 16 a 18 horas diarias, aunque es muy variable y no tiene un ritmo establecido. Debe aprender a regular el ciclo sueño-vigilia y para ello se puede ayudar manteniéndole por el día con la luz y el ruido normal de la casa y por la noche con silencio y oscuridad. Puede ser útil mantenerle en distintos espacios de la casa durante el día y la noche.
Se recomienda ponerle a dormir boca arriba sobre un colchón firme, sin almohada y sin exceso de ropa ó calor. La cabeza debe cambiarse regularmente de postura para evitar que se deforme.
- ¿Cómo aumentar el vínculo con el bebé?
El masaje infantil es una manera de transmitir muchos sentimientos. De hecho, se está empezando a incluir esta práctica en unidades de grandes prematuros. Si vemos a los mamíferos, lo primero que hacen es chupar a las crías, no solo para limpiar las secreciones secundarias al parto sino que se ha visto que el tacto y contacto a través de la piel estimula y hace que las sinapsis interneuronales se vayan conectando.
Los bebés que reciben masajes lloran menos, son más tranquilos, y esto proporciona mucha seguridad a los padres. El saber tocar a sus niños, saber qué masaje puede aliviar un dolor o un cólico les hace sentir más seguros.
- ¿Cómo sé si mi bebé come lo suficiente?: es una de las principales dudas que surgen a las madres que optan por la lactancia materna.
El bebé que come lo suficiente es aquel que gana peso de manera “normal”. Durante los primeros días, los niños pierden peso con respecto al nacimiento <10% y a partir de entonces comienzan a ganar a razón de 150g/ semana aproximadamente, durante los 3 primeros meses de vida. Además mojan los pañales y hacen cacas varias veces al día.
Cuando están despiertos están alerta y son capaces de dormir tranquilos durante varias horas.
- Cólico del lactante:
Se caracteriza por una forma especial de llanto, casi inconsolable, que dura varias horas, y al menos se produce 3 veces a la semana, son molestias intestinales debidas a múltiples causas que aparecen en la 2-3 semana de vida y desaparecen alrededor de los 3 meses de edad. Suelen ser por la tarde.
El llanto por cólico del lactante es algo benigno, es importante no desesperar. Puede aliviarlo balanceándolo, poniéndole cerca de sonidos rítmicos (lavadora, TV), pasearlo en brazos, coche… Deben estar tranquilos para infundirle tranquilidad. No existen medicamentos eficaces. Asegúrese de que no existe otro motivo por el que llora: pañal sucio, frío, calor, hambre, dolor de otra causa….
La llegada de un hijo si bien es un motivo de inmensa felicidad para los nuevos padres, sin lugar a dudas también supone un cambio importante en la vida de la pareja.
En medio del propio proceso de adaptación, poco favorecido por los cambios hormonales y la falta de descanso, surgen miles de dudas que pueden hacer incluso que nos cuestionemos nuestra capacidad para asumir la nueva responsabilidad.
Mi consejo es que quien mejor conoce al bebé son los padres y debemos hacer caso a nuestra propia intuición. Hay que olvidarse de las muchas voces que hay alrededor.