Ya sabes que la vida es del color según el cristal con que se mire, así que un día de lluvia puede ser un rollo porque nos ha chafado el plan que teníamos de ir a la playa o, según como lo mires, puede llegar a convertirse un gran día lleno de creatividad.
Por un lado se puede pensar que pasear con lluvia es incómodo, o se puede preparar bien según la época del año que sea. Si vas en cochecito hay estos impermeables transparentes donde el pequeño puede disfrutar de una mirada al exterior con gotas, y el adulto con unas buenas botas y chubasquero evita mojarse. Con el porta bebés te puedes poner un sombrero impermeable abierto por delante para que el bebé pueda sacar la cabeza o utilizar un paraguas. En las calles o en el parque hay un sonido diferente, huele distinto y es todo una experiencia para la vida de tu hijo, puede ser divertido y pedagógico. Cuando ya empiezan a andar, ponle unas botas de agua y permítele chapotear en los charcos, ¡Qué divertido es salpicar en el agua! Y, ¿a quién no le gustaba hacer esto de pequeño?
Otra opción es la de quedarse en casa, convertir tu pensamiento en positivo para empapar tus emociones de alegría y así tu bebé también recibe un baño de “buen rollo”.
Creatividad en casa: Alternativas para disfrutar de un día de lluvia con tu bebé en casa
- Extiende una manta en el suelo para que sea agradable y se convierta en vuestro campo de acción. Hay más espacio y además es firme para experimentar. Podéis jugar con las texturas, con objetos diferentes que tengas a mano… de madera, metálicos, de tela… No hace falta que sean juguetes, podéis inventar y convertir otros objetos para que el bebé disfrute descubriendo cosas nuevas, a través de sus sentidos.
- Un bebé puede llegar a estar mucho tiempo tocando, moviendo, oliendo y probando un objeto que para él es nuevo. Además, te tiene cerca y se siente seguro para aventurarse a lo nuevo de la vida, tú puedes estar cerca para observarle y para cuidarle debidamente.
- Con las fiambreras, las ollas, las sartenes y las cucharas de madera de la cocina podéis jugar a construir; son objetos que normalmente no están al alcance del bebé y son toda una tentación.
- Un día de lluvia puede ser un día perfecto para hacerle un masaje al bebé: Dale un bañito relajante, pon música suave que os guste y un aceite vegetal en tus manos. Acaricia su piel, imprégnalo de besos… Convierte este momento en algo especial poniendo tu intención, tu amor y aumentando el vínculo entre los dos.
- También podéis escuchar música y bailar: Coge al bebé en brazos y suéltate al ritmo de tu música preferida… ¡A ellos les encanta el movimiento!
- Mirar por la ventana y disfrutar de los dibujos que hacen las gotas al resbalar por el cristal.
Es una maravilla ver las cosas como si las vieras por primera vez, con los ojos bien abiertos y dejándote sorprender. En eso, los pequeñines de casa son unos expertos. Y trasladarte al mundo de la creatividad con tus hij@s puede llegar a ser muy nutritivo para tod@s.