El embarazo es un proceso extraordinario que abarca de forma general 40 semanas (contando como referencia el primer día de tu última regla) pero cada bebé, si el embarazo transcurre sin complicaciones, sabe exactamente cuando tiene que nacer. Muchos cambios ocurren en tu interior, cambios fisiológicos, anatómicos y emocionales. Es el momento de tu vida en que te vuelves más intuitiva, más instintiva en esta transición hacia la maternidad.
La práctica del yoga durante esta etapa tan especial en tu vida te ayuda a ser más consciente de estos cambios, a sentirlos, comprenderlos y vivirlos en su plenitud.
Las posturas
Las asanas (posturas) modificadas para cada periodo de la gestación te hacen conectar con tu cuerpo.
- Te ayudan a soltar tensión física en los músculos y articulaciones, de esta forma tu cuerpo se va adaptando de forma fluida y constante a los cambios que van ocurriendo.
- Tu circulación sanguínea se beneficia con el movimiento y tu sistema nervioso se equilibra.
- La práctica te invita a liberar emociones y te ayuda a sentirte libre de inhibiciones.
La respiración
El momento del día que eliges para practicar yoga es un momento de pausa. Es un momento de conexión única entre el bebé y tú, sintiendo cómo tu cuerpo cambia día a día. Es, sobre todo, una oportunidad única para ser absolutamente consciente de tu respiración, de tu respiración natural.
A través de la respiración conectas con tu propio cuerpo, pero también con tu bebé, que se mece rítmicamente con cada ciclo respiratorio. Una mala postura, una actitud corporal inadecuada, tensión en la parte alta de tu cuerpo, el estrés, las preocupaciones, comprometen, sin duda, el ritmo natural de la respiración. A través de la práctica del yoga ayudas a reestablecer, sin forzar y siempre de una forma suave, una postura adecuada para que el fluir de la respiración no se vea entorpecido.
Tú y tu bebé
Todo tu organismo se está adaptando a estos cambios, tu bebé es un compañero activo durante el embarazo. El sonido de tu voz, tus emociones, tus movimientos, tus pensamientos, interaccionan con el bebé. La comunicación con el ser que llevas en tu interior, sea cual sea tu situación y tus sentimientos es muy importante. El miedo, la tristeza y las preocupaciones también forman parte de las emociones y el reconocerlo y expresarlo enseñan al bebé ya desde su vida en tu interior. Durante el embarazo estáis profundamente conectados.
¿Cuándo practicar?
La práctica frecuente del yoga durante el embarazo te hace consciente de tu cuerpo y te prepara para el día del parto. Es mejor practicar todos los días 15 minutos que una vez por semana 1 hora. Para ello es importante que al inicio asistas a clases con profesores cualificados y especializados en el embarazo.
De esta forma, durante las clases, aprendes a reconocer diferentes partes de tu cuerpo:
- Aprendes movimientos sencillos y seguros para tu práctica personal en casa.
- Siendo consciente de tu respiración ciertas tensiones acumuladas en tu cuerpo se liberan.
- Reconoces tu suelo pélvico, esa puerta que el bebé tendrá que atravesar en su camino hacia el exterior.
Tu cuerpo sabe más ahora. Los diferentes movimientos que has realizado durante el embarazo con tu práctica del yoga te proporcionan memoria corporal para que el día del parto todo tu ser sepa moverse de forma instintiva, fluida, libre Sin que tengas que pensar.